sábado, 30 de julio de 2016

Anemia en la Enfermedad Renal Crónica

La OMS define a la anemia como una concentración de la hemoglobina <de 13.0g/dl en hombres y en mujeres postmenopáusicas y de <12.0g/dl en mujeres pre menopáusicas.
En 2004, The European Best Practice Guidelines para el manejo de anemia en pacientes con enfermedad renal crónica propuso como límite inferior normal de hemoglobina de 11.5g/dl en mujeres, de 13.5 g/dl en hombres > 70 años y de 12g/dl en hombres < 70 años de edad.
La prevalencia y gravedad de la anemia incrementan conforme declina la tasa de filtración glomerular, cuando es menor a <60ml/min/1.73 m2. La probabilidad es mayor cuando la tasa de filtración glomerular es <30Ml/min/1.73m2 o 45ml/min en el paciente diabético.
La principal causa de anemia en estos pacientes es la faltade eritropoyetina,pero al momento de la evaluación y previo a la toma 
de decisiones se debe considerar factores que contribuyen a la variabilidad de la hemoglobina en pacientes con enfermedad renal crónica (fármacos, infecciones, neoplasias, entre otros). 
El estudio de la anemia en pacientes con enfermedad renal crónica, debe incluir la evaluación del estado nutricional del paciente.
La evaluación de laboratorio debe incluir: Biometría hemática completa, concentración de ferritina sérica, conteo absoluto de reticulocitos, porcentaje de glóbulos rojos hipocrómicos y nivel de proteína C reactiva.
En casos especiales son útiles para diagnosticar la anemia se puede utilizar: concentración sérica de folato y vitamina B12, pruebas de hemolisis, electroforesis de proteínas, examen de medula ósea. No se recomienda el estudio de eritropoyetina de forma rutinaria.
En pacientes con enfermedad renal crónica (estadios 3,4y 5) el diagnostico de anemia se establece cuando el nivel de Hb es <11.0g/dl.
El tratamiento adecuado de la anemia puede retrasar la progresión de la enfermedad renal, disminuir la hipertrofia ventricular izquierda y eventos cardiovasculares, mejorar la capacidad cognitiva, la capacidad de ejercicio y calidad de vida. El nivel de ferritina se debe emplear para evaluar el grado de deficiencia de hierro.
El nivel de ferritina se debe emplear para evaluar el grado de deficiencia de hierro.
La dosis de carga del hierro intravenoso será de 1 gramo de hierro IV, con dosificación óptima de 25.150 mg/semana durante los primeros seis meses de terapia con agentes estimuladores de hierro. La dosis de carga puede ser distribuida en 5 a 10 administraciones a través de las sesiones de diálisis. La infusión de hierro debe ser con solución fisiológica (suero salino 0.9%) o siguiendo estrictamente las recomendaciones del fabricante.
Para alcanzar y mantener la concentración objetivo de Hb, se debe administrar suficiente hierro para obtener los siguientes valores:  En estadios 1 y 2 de ERC: ferritina sérica > 12 ng/ml y TSat >
16%. En estadios 3, 4 y 5 de ERC y en pacientes en diálisis peritoneal: ferritina > 100 ng/ml y TSat > al 20%.
   En pacientes en hemodiálisis: ferritina > 200 ng/ml, TSat > al 20%, GR hipocrómicos < 10% o contenido de Hb de reticulocitos > 29 pg/célula.
Se recomienda iniciar la terapia con ESA cuando la concentración de Hb sea < 11,0 g/dl en todos los pacientes con ERC, en cualquier estadio de su evolución, en quienes se haya excluido otras causas de anemia, y con valores de hierro adecuados. 
La vía subcutánea (sc) es la ideal para el suministro de ESA; se reserva la iv para casos y terapias especiales.
La frecuencia, la dosis y la vía de administración de los ESA en la etapa de corrección de la anemia de origen renal dependen: de los valores iniciales de Hb, de las características clínicas del paciente, del tiempo que se debe emplear para conseguir la Hb propuesta y finalmente del tipo de ESA. 
La administración de ácido fólico y vitamina B12 está recomendada cuando sus valores sanguíneos estén por debajo de lo establecido, pero la rutinaria suplementación no es necesaria cuando el paciente recibe una dieta adecuada.
La administración de vitaminas C, E, B6, L carnitina, estatinas, pentoxifilina y andrógenos no requiere usarse de forma rutinaria como tratamiento adyuvante.
La transfusión de glóbulos rojos está indicada siempre que el paciente tenga síntomas de anemia (fatiga fácil, disnea, taquicardia), de forma independiente del valor de Hb. 
 En ausencia de manifestaciones clínicas de la anemia, la transfusión de glóbulos rojos está indicada siempre que la Hb esté por debajo de 7g/dl. 

Si la Hb es > 10g/dl, la transfusión de glóbulos rojos no está indicada.

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