La diabetes autoinmune del adulto se conoce
como un tipo de diabetes que inicia en la edad adulta con características de
diabetes tipo 2. Un porcentaje de las personas adultas con diabetes mellitus
presentan anticuerpos específicos pero no requieren la administración de
insulina, por lo que a veces es catalogada como diabetes tipo 2. No se conoce con exactitud la historia
natural de la enfermedad pero existen posibilidades como una larga historia
de autoinmunidad con una lenta
progresión del daño de las células beta del páncreas, o bien la aparición de
autoinmunidad tardía con una fase preclínica breve.
Según la
sociedad Inmunológica de Diabetes las características que definen a la Diabetes
tipo LADA son: paciente de 30 años o más con resultados positivos para uno o
más de los anticuerpos comúnmente encontrados en la Diabetes Mellitus tipo 1 y
no tratados con insulina dentro de los primeros seis meses después del
diagnóstico. La aparición de las manifestaciones va a ser resultado tanto de susceptibilidad
genética como de la exposición a factores ambientales.
Se ha demostrado la existencia de
características similares de la diabetes tipo 1 como la insulinitis en estudios
anatopatológicos, pero se conoce que la diabetes tipo LADA tiene mayor número
de antígenos humanos de histocompatibilidad (HLA), en conjunto
también se observa la disminución en las células Natural Killer en sangre
periférica lo que indica un defecto de la respuesta inmune, efecto también
observado en la diabetes tipo 1.
Estudios indican que la baja frecuencia de anticuerpos anti-GAD en una
población con diabetes mellitus de inicio temprano implica que la autoinmunidad
no parece tener un impacto en importante como causal del incremento en la
prevalencia entre pacientes jóvenes con diabetes y posiblemente tampoco exista
utilidad clara en una medición rutinaria. Los factores ambientales también son
importantes en la aparición de las características en pacientes con diabetes
tipo LADA aunque su mecanismo sea incierto. La influencia de aspectos tanto
nutricionales como eventuales virus como causantes de la enfermedad no ha
tenido ningún estudio .
Clínicamente los pacientes que presentan
Diabetes tipo Lada cursan con un índice de masa corporal (IMC) mayor comparados
con los pacientes con diabetes tipo 1 y la aparición de la enfermedad
autoinmune es común. A diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1 estos
responden adecuadamente a hipoglucemiantes y su desarrollo a la administración
de insulina se prolonga hasta los 6 meses. La probabilidad de la aparición de
un síndrome metabólico es infrecuente, y se describe en tanto a las
complicaciones menor incidencia de retinopatía, nefropatía y enfermedad
vascular periférica.
La diabetes tipo LADA presenta características
frecuentemente comparadas con los diabéticos tipo 2, la edad de inicio menor a
las 50 años, síntomas agudos, IMC menor a 25 kg/m2 y la historia
familiar nos orientan a una identificación de la enfermedad con una
sensibilidad del 90% y sensibilidad del 71%. En todo caso de sospecha de
Diabetes LADA se debe solicitar anticuerpos específicos para confirmar el diagnóstico.
En el
tratamiento de la diabetes tipo LADA no existe esquemas ni protocolos
específicos para abordar esta situación pero reducir el problema metabólico y
prevenir posibles complicaciones es el pilar del tratamiento. También es
recomendada una dieta adecuada y ejercicios rutinarios para mejor el estilo de
vida del paciente.
Los hipoglicemiantes orales pueden ser de gran
ayuda, las sulfonilureas son efectivas como reductoras de la glicemia, pero se
ha observado aumento en la respuesta inmunológica. La metformina
no ha tenido un estudio claro en esta patología, sin embargo las Glitazonas
parece ser recomendable en pacientes con diabetes LADA ya que presenta efectos
antiinflamatorios y de protección de apoptosis de la célula , la
alternativa a futuro serán los incretino-miméticos .
A pesar de todas las opciones terapéuticas
presentadas la terapia con insulina es la de elección sobre todo en pacientes
que necesitan un control metabólico. El tratamiento insulínico precoz es más
efectivo en mantener un control metabólico óptimo (definido como HbA1c igual o
menor a 7%) después de 3 años de comparación con hipoglicemiantes orales, sin
embargo no huno diferencias entre ambos grupos con respecto a la conservación
de la función beta pancreática.
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