No hay duda que las enfermedades metabólicas afecta con mayor número a la población mundial en estos momentos. El sedentarismo, los hábitos alimenticios inadecuados ("comida chatarra"), el tabaco, el alcohol y muchos factores mas lleva a la predisposición a padecer el síndrome metabólico.
El síndrome metabólico o también conocido como síndrome x es la agrupación de varias enfermedades que se relacionan y pueden causar varias complicaciones en la salud de las personas.
Las patologías que engloban a este síndrome son:
Hipertensión: El aumento de la presión sanguínea siempre es un riesgo en la vida del paciente pero por lo general en este síndrome se encuentra cifras iguales o mayores a 135/85 mmHG.
Resistencia a la Insulina: La intolerancia a la glucosa es un criterio importante para el diagnóstico, puesto que valores de glucosa en ayunas iguales o mayores a 110 mg/dl indicarían alteración metabólica.
Obesidad abdominal: La gran cantidad de grasa en el abdomen varía en hombres con un valor de circunferencia abdominal >102cm y en mujeres > 88cm.
HDL (Colesterol bueno) disminuido: El HDL es una lipoproteína de alta densidad que así mismo los valores varían en hombres con un valor menor a 40 mg/dl y en mujeres menores a 50 mg/dl.
Trigliceridemia: Los niveles aumentados de triglicéridos en en sangre alcanzan valores de 150 mg7dl o más.
Estas dos últimas entidades constituyen un riesgo importante para la formación de trombos en el torrente sanguíneo y aumento de la mortalidad de los pacientes.
Hay que tener en cuenta que las personas que sufren el síndrome metabólico se sienten bien con un criterio erróneo de salud que incluso no pueden presentar síntomas, pero siempre se debe tener en cuenta que la presencia de 3 o más de las patologías mencionadas con referencia de los valores indican un diagnóstico.
Este síndrome puede ser silencioso pero existe un alto riesgo de presentar enfermedades graves y crónicas como la diabetes e incluso enfermedades cardíacas siendo los órganos mas afectados el cerebro, el corazón y el páncreas principalmente en pacientes no tratados.
Las medidas terapéuticas están encaminadas al cambio de estilo de vida en vista de que no existe tratamientos específicos.
Recomendaciones básicas y generales son la reducción de calorías en la alimentación con un distribución mayoritaria de hidratos de carbono y en menor proporción de proteínas para el aporte energético y una reducción del componente graso.
La restricción o abolición de los factores de riesgo como el alcohol y el tabaco, la intervención sobre factores de riesgo de enfermedades acompañantes y sobre todo un ejercicio aeróbico rutinario de intensidad y duración personalizada son pilares bases del tratamiento general.
En el tratamiento farmacológico se debe cubrir todas las enfermedades que engloban al paciente con drogas insulino-sensibilizantes (Metformina), fármacos antihipertensivos (IECAS, ARAS, Calcio antagonistas) y tratamiento farmacológico encaminada a las dislipidemias ( estatinas-fibratos), todas estas pautas encaminadas a disminuir el riesgo a la reducción cardiovascular.
Al final medidas preventivas con dietas equilibradas, ejercicio constante y control de las enfermedades permiten un vida sana con menores riesgos de padecer esta enfermedad que afecta a la población global con una alta tasa de mortalidad.
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